“No tengo ni idea”: la reacción de Orsi ante la pregunta por el policía asesinado en el Cerro

El presidente Yamandú Orsi fue consultado por la prensa tras participar en un almuerzo de la Cámara de Comercio. En medio de las preguntas, un periodista le mencionó el caso del cabo policial César Alejandro Ferreira, quien había sido asesinado horas antes en un intento de rapiña en el Cerro de Montevideo. Orsi respondió que no sabía de qué le estaban hablando y que no tenía idea del hecho porque había estado ocupado todo el día y no había tenido tiempo de informarse. Su reacción generó sorpresa entre los presentes, ya que se trataba de un caso grave que había ocurrido durante la madrugada y que ya estaba siendo ampliamente difundido.


El crimen ocurrió cuando dos adolescentes se acercaron al auto en el que Ferreira estaba junto a su hermano y otras personas, con la intención de robarles el vehículo. De acuerdo con la investigación policial, el funcionario intentó defenderse y proteger a su hermano, que estaba en el asiento delantero, realizando un disparo. Uno de los menores respondió con otro tiro que terminó impactando en Ferreira y provocándole la muerte. En el intercambio, uno de los atacantes murió en el lugar y el otro resultó herido. El hermano del policía también sufrió lesiones. En la escena se encontraron tres armas, entre ellas la del cabo.

César Ferreira tenía alrededor de 30 años, estaba por cumplir 31 y tenía dos hijos de 12 y 6 años. Llevaba 12 años en la policía y formaba parte del programa “Comunidad Educativa Segura”, que consiste en patrullajes y vigilancia en zonas de centros educativos. Sus compañeros destacaron que era un funcionario responsable, cercano a su familia y muy querido dentro de la institución.

La respuesta de Orsi al ser consultado por este homicidio generó rechazo en ámbitos policiales. Patricia Rodríguez, expresidenta del sindicato policial, criticó que el presidente afirmara que no tenía idea de lo sucedido, considerando que un mandatario debe estar informado ante hechos tan graves, ya que afectan directamente a quienes arriesgan su vida a diario. También sostuvo que es necesario que el Estado brinde más apoyo y protección a los efectivos, y que declaraciones como esa dan la sensación de desinterés. Paralelamente, el ministro del Interior, Carlos Negro, se manifestó con pesar por la muerte del cabo, envió condolencias a la familia y remarcó la gravedad del episodio.

El caso volvió a encender el debate sobre la violencia delictiva, la situación de inseguridad y el rol del Estado frente a estos hechos. El ataque ocurrió en una zona donde este tipo de episodios ya preocupa desde hace tiempo, y la muerte de un funcionario policial en circunstancias de defensa frente a un intento de rapiña generó malestar dentro del cuerpo policial y en una parte de la opinión pública. La reacción del presidente, al no estar al tanto del suceso, profundizó esa incomodidad y abrió una discusión sobre la comunicación, la información oficial y la percepción de acompañamiento hacia la fuerza policial.

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