Exploración petrolera en Uruguay: YPF y ENI avanzan en un proyecto clave para el país

La petrolera estatal argentina YPF confirmó que iniciará un ambicioso proyecto de exploración de petróleo en aguas profundas de Uruguay, en asociación con la compañía italiana ENI. El anuncio fue realizado por el presidente de YPF, Horacio Marín, durante su participación en un encuentro empresarial en Montevideo, donde explicó que el objetivo es avanzar en estudios de geología marina y, a partir de ellos, determinar si existen reservas de petróleo explotables en el bloque offshore conocido como OFF-5.


El área marítima donde ambas compañías trabajarán se ubica a aproximadamente 200 kilómetros de la costa uruguaya y abarca cerca de 17.000 kilómetros cuadrados en una zona considerada de alto potencial energético. Este bloque, adjudicado originalmente a YPF por ANCAP dentro del proceso de apertura de la plataforma marítima, pasará a ser compartido con ENI, que adquirió el 50% de participación y será, una vez aprobada la operación, la empresa encargada de liderar la exploración técnica.

De acuerdo con Marín, el proceso comenzará con estudios sísmicos tridimensionales para obtener imágenes detalladas del subsuelo marino. Estos trabajos se proyectan para 2026, mientras que las tareas de exploración más profunda podrían iniciarse entre fines de 2027 y los primeros meses de 2028. Aunque hasta ahora no se ha detectado petróleo en esta área, las compañías sostienen que los datos preliminares son lo suficientemente prometedores como para justificar una campaña de exploración de gran escala.

Marín subrayó que el proyecto tiene el potencial de generar un impacto significativo en Uruguay, incluso comparándolo con los grandes descubrimientos que han transformado la matriz energética de otros países. Afirmó que, si se confirma la existencia de petróleo en cantidades comercializables, las consecuencias económicas podrían ser muy relevantes, no solo por la inversión privada que atraería, sino también por la posibilidad de ingresos para el Estado, la creación de empleo y el desarrollo de infraestructura vinculada a la industria energética. El titular de YPF fue claro al expresar su optimismo, señalando: “Esto puede ser muy grande. Cambia Uruguay si lo encontramos”.

La participación de ENI en el proyecto también agrega peso técnico e internacional al emprendimiento. La empresa italiana cuenta con una extensa trayectoria en exploración offshore en distintos continentes y considera al bloque OFF-5 como una oportunidad estratégica de alto impacto dentro de su expansión global. Para YPF, la asociación se enmarca en su política de diversificación y crecimiento regional, complementando otras iniciativas como los desarrollos de gas natural en Vaca Muerta y proyectos de exportación hacia mercados externos.

A pesar del entusiasmo empresarial, el avance del proyecto depende de la aprobación formal del gobierno uruguayo, que debe evaluar aspectos regulatorios, contractuales y ambientales antes de autorizar cada etapa. Uruguay lleva años explorando de forma intermitente la posibilidad de encontrar hidrocarburos en su plataforma marítima, pero hasta el momento ningún proyecto ha pasado de la fase exploratoria. Sin embargo, la tecnología disponible hoy y el interés de grandes empresas han reactivado la expectativa sobre un posible hallazgo que modifique la realidad energética del país.

Los trabajos previstos implican operaciones complejas, costosas y extendidas en el tiempo. La exploración en aguas profundas puede tardar años antes de confirmar o descartar la presencia de petróleo. Incluso en caso de un descubrimiento exitoso, la transición hacia la explotación comercial requiere inversiones millonarias, la construcción de infraestructura especializada y una evaluación ambiental rigurosa. Por eso, aunque el anuncio genera expectativas, también abre un proceso de análisis técnico y político que probablemente se prolongará por largo tiempo.

De concretarse un descubrimiento significativo, Uruguay podría incorporarse a la lista de países sudamericanos con producción offshore, un escenario que modificaría su matriz económica y su posición en el mercado energético regional. Por ahora, el país se prepara para una nueva etapa de exploración, impulsada por dos compañías de peso internacional y respaldada por un clima de optimismo que, aunque cauteloso, revive una aspiración que Uruguay ha explorado durante décadas sin resultados definitivos.

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